Luis María Martínez, Misionero del Espíritu Santo

Mons. Luis María Martínez hizo votos privados como Misionero del Espíritu Santo el 8 de diciembre de 1927. De su puño y letra escribió[1]:

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,

para tu mayor gloria, por las manos inmaculadas de mi madre María,

y bajo el amparo de los ángeles y de los santos protectores míos,

en este día, fiesta de la Pureza,

hago para siempre votos de pobreza, castidad y obediencia,

conforme a mi estado y a las normas aprobadas por mi director,

como Misionero del Espíritu Santo ante tus ojos divinos.

 

Quiero, renovando todas mis consagraciones, entregarme totalmente a Ti

para que seas mi único Tesoro, mi único Amor y mi único Dueño

por Jesucristo, con Jesucristo y en Jesucristo.

 

Por Él y por la intercesión de la Inmaculada Virgen María,

cuya fiesta celebramos hoy te pido las gracias necesarias y abundantes

para cumplir estos votos y especialmente la perfecta pureza de alma y cuerpo,

para unirme contigo amorosa íntima e indisolublemente

y transformarme plenamente en Jesús,

y para que Él encuentre en mí su descanso y su paz

y Tú seas glorificado en mí por los siglos de los siglos. Amén

Morelia del S.C, 8 de diciembre de 1927.

 

 

Conchita Cabrera consigna en su Cuenta de Conciencia[2] que fue su cumpleaños 65 y que se lo pasó, no en oración, como deseaba, sino en el hospital acompañando a su nuera, la esposa de Ignacio[3], su hijo, que acababa de dar a luz[4].

Más adelante escribió:

Hoy hizo sus votos perpetuos aquel hijo de la Luz. Se lo ofrecí a Jesús con toda mi alma. También me hice el cargo maternal de otra, M.R.[5] ¡Qué humilde! La ofrecí también a María Inmaculada. Todos puros, todos luz, todos santos, por María, y por el Espíritu Santo.

 

Mientras tanto, en México continuaba la persecución religiosa. El 1º de agosto se había promulgado la Ley Calles que limitaba el ejercicio del culto público y pedía que se regulara el número de presbíteros en cada diócesis. Tenía un año de haberse constituido la Liga de Defensa de Libertad Religiosa. El obispo Leopoldo Ruiz estaba en diálogo con el gobernador de Michoacán para que no se aplicara la Ley Calles cabalmente, y Conchita, en sus coloquios con Jesucristo sobre los sacerdotes (1927-1931) que fueron publicados en Morelia desde 1928[6].

 

[1] AHMSpS, Caja 3, Años 1927-1961, Sección Gobierno, Serie Causas, Expediente 11.

[2] Concepción Cabrera, Cuenta de Conciencia, Tomo 50, 20; 8 de diciembre de 1927 (Libro 12, p. 144, edición café).

[3] Isabel Morán y Bolaños Cacho (n. 11 mayo de 1896 – (+) 30 de agosto de 1940).

[4] Carlos Armida Morán, n. 8 de diciembre de 1927 (5º hijo de Ignacio e Isabel).

[5] Se refiere a Monseñor Leopoldo Ruiz, en ese entonces Arzobispo de Morelia y Delegado Apostólico en México que estaba involucrado en el proceso de los acuerdos de paz del conflicto cristero.

[6] Concepción Cabrera de Armida, A mis Sacerdotes, México, Editorial La Cruz, 1991, 5ª edición, pág. 11.

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