
Qué importancia tiene para mi salud física el sentir hambre cuando comemos. Con razón se preocupan de nosotros los superiores cuando ven que no tenemos hambre, quizás ya sea el último o los últimos momentos de nuestra vida. Para entonces no sólo ya no hay hambre, sino que hay repugnancia por la comida, deseos de vomitar al estar comiendo. Por más que nos rueguen y nos den en la boca; nos den razones por las que debemos comer, pero la comida nos parece pastura y la salud se marchita, se va acabando, nos morimos.
Así es Jesús en la Eucaristía para mantener nuestra salud espiritual, necesitamos apetito espiritual, para alimentarnos de Él; así nos den razones por las que debemos comulgar, así nos puede rogar Jesús diciéndonos: “coman mi Cuerpo, beban mi Sangre; mi Carne es verdadera comida, mi Sangre es verdadera bebida” “El que come mi Carne tendrá vida, Vida Eterna”. Si Jesús no nos da ese apetito espiritual, no nos acercaremos a recibirlo.
One response
Hola, esto es un comentario.
Para empezar a moderar, editar y borrar comentarios, por favor, visita en el escritorio la pantalla de comentarios.
Los avatares de los comentaristas provienen de Gravatar.