Venerable Ramón Ibarra y González I

P. Carlos Francisco Vera Soto, MSpS.

En este año jubilar, dedicado a recordar la figura del Padre de las Obras de la Cruz, Ramón Ibarra y González, dedicaré varios artículos de contenido histórico que nos ayuden a conocer con mayor profundidad la personalidad de este hombre de Iglesia.

  1. Desde su nacimiento hasta su entrada al seminario

Miguel Ibarra, nacido en Huamuxtitlán, Estado de Guerrero, hijo de españoles provenientes de las Provincias Vascongadas,[i] heredó de su padre la hacienda azucarera de San José Buenavista, ubicada en el valle de Huamuxtitlán. Casó en primer matrimonio con Rosario Tapia. De ella tuvo seis hijos legítimos. En vida de su esposa tuvo también dos hijos ilegítimos: Miguel y Joaquín[ii], que crecieron al lado del matrimonio Ibarra Tapia. [iii]

 

Al enviudar Miguel, [iv] casó en segundas nupcias con María del Refugio González, nativa de Olinalá, Guerrero[v]. Al quedar ésta grávida y acercándose el momento de dar a luz, se trasladó de su hacienda de San José Buenavista hacia Puebla para recibir atención médica, pero a su paso por Olinalá, nació su hijo Ramón. [vi] Era el 22 de octubre de 1853.

 

A los dos días de nacido, Ramón fue bautizado en la iglesia parroquial por el párroco Isaac Niño de Rivera; se le impusieron los nombres de José Ramón Salomé. Fueron los padrinos Fidel de la Luz Tapia y su media hermana mayor Guadalupe Ibarra Tapia.[vii] Poco tiempo después la señora Refugio González regresó con Ramón a su residencia habitual en la hacienda de San José Buenavista.

 

La situación económica de la familia Ibarra González era más que desahogada; además de la mencionada hacienda azucarera poseían varias Estancias[viii] dependientes de la hacienda de Buenavista, cuatro tiendas de provisiones distribuidas una en la Hacienda de Buenavista, otra en Huamuxtitlán, otra en Olinalá y otra en Tlapa. Además, uno de los predios pertenecientes a los Ibarra en Olinalá, tenía un arroyo de yacimientos áureos. [ix]

 

Tenemos pocos datos sobre la primera infancia de Ramón transcurrida en la hacienda de Buenavista, entre ellos transcribimos estos: “Su madre, Refugio González era una persona excelente, cristianísima, practicante, que puso el máximo cuidado en educar a su hijo Ramón”[x]. “Su padre era de carácter rígido y austero”. “Cuantos lo conocieron de pequeño (a Ramón), dieron testimonio de su rara prudencia y de su completa obediencia y sumisión a sus superiores; su propia madre diría más tarde[xi] que nunca tuvo nada que corregirle, ni motivo de reprensión alguna, ni tampoco lo tuvieron sus maestros”[xii]

 

La guerra civil llamada de los Tres Años[xiii] que había comenzado precisamente en el sur del país, obligó al Sr. Miguel Ibarra a abandonar su hacienda de San José Buenavista en 1859 para refugiarse en Izúcar de Matamoros, en el Estado de Puebla. En este lugar inició Ramón sus estudios primarios bajo la dirección del maestro José María Sánchez.

 

Poco tiempo estuvo la familia Ibarra en Izúcar, por el avance de la guerra y tuvieron que trasladarse a la capital del Estado de Puebla. Ahí existía en aquella época un colegio llamado Franco-Mexicano, dirigido por el maestro Marcos Silvé, en donde fue inscrito Ramón para que continuara sus primeros estudios. Pasó después en la misma ciudad de Puebla a otro colegio que dirigía el Sr. Rafael Barrios.[xiv]

 

Calmadas un tanto las agitaciones de la guerra civil, volvió don Miguel Ibarra a su hacienda de Buenavista, llevándose a su familia. No alcanzó a atender sus negocios por mucho tiempo ya que murió al comenzar el año de 1867. Ramón tenía 13 años. La viuda, quebrantada la salud por el golpe, y sin el apoyo del esposo, preocupada por la educación de su único hijo, se trasladó a la Villa de Acatlán, en el sur del Estado de Puebla, en donde tenía parentela[xv]. El cura de la parroquia de Acatlán, perteneciente al obispado de Puebla, Anastasio de Jesús Cázares, inició a Ramón en el estudio del latín y seguramente en ese tiempo empezó a sentir la inclinación por el estado sacerdotal.

 

Poco tiempo después, dado que el estado de salud de la señora Ibarra no mejoraba, decidieron afincarse en Puebla definitivamente. En el año de 1868 y seguramente a instancias de su hijo, la señora Ibarra lo inscribió como  alumno en el seminario Palafoxiano de la ciudad de Puebla de los Ángeles.[xvi] No consta cómo fue el desarrollo de su proceso vocacional.

 

  1. Estudios eclesiásticos en México

Quince años tenía Ramón cuando entró al seminario que poseía un magnífico edificio, pero que bien pronto la persecución les arrebató, teniendo que refugiarse por unos meses en locales improvisados hasta que pudieron establecerse precariamente en al edificio contiguo al templo del “Hospitalito” y que más tarde sería el Colegio Josefino.[xvii]

 

El Pontificio Seminario Palafoxiano de Puebla, es uno de los lugares de más tradición en la entidad y en donde se han formado generaciones enteras a lo largo de su multisecular existencia.

 

Los estudios que siguió Ramón en este primer periodo de formación fueron los siguientes: En 1869 cursó latín, llamado entonces clase de Mínimos y Menores, obteniendo la calificación “Suprema y digno de sustentar el Acto Público”. A fines del mismo año hizo el examen de toda Latinidad, con resultado de “Suprema calificación y Acto Público”[xviii]. En 1870 comenzó el estudio de la Filosofía; al finalizar el año concluyó también con calificación suprema. En 1871 continuó y terminó su estudio de Filosofía, inscribiéndose además en el antiguo Colegio Carolino para cursar la Física.

 

Los años de 1872-1874 los dedicó al estudio de lo que entonces se llamaba “Lugares Teológicos” (Teología básica), cursando simultáneamente Teología Dogmática, Sagrada Escritura, Historia Eclesiástica, Derecho Civil y Canónico, que se cursaban aparte de la Teología.

 

En 1875, previos requisitos de rigor, recibió el título de “Pasante en Teología”, continuando sus estudios de Derecho, mismos que concluyó en 1876.

 

Con respecto a su aprovechamiento, hay un testimonio de su condiscípulo Trinidad Sánchez Santos: “Sus exámenes privados, fueron, año por año, y cada año más, un acontecimiento ruidoso en aquella gran casa Palafoxiana; y sus exámenes públicos un acontecimiento literario, en aquella ciudad de Arango y Escandón, de Lafragua, de Orozco y Berra, de Veytia, de mil eruditos. Teníanse por maravilla aquellos exámenes, en que presentaba el doble y aún el triple de la materia asignada; aún experimento la admiración que nos producían aquellos exámenes o Actos Públicos, aquellos Actos de Estatuto que siempre nos ganó con ventaja kilométrica a todos sus temerarios competidores”[xix]

 

El talento que demostró Ramón Ibarra no pasó desapercibido por su obispo Colina y Rubio, quien decidió enviarlo a Roma para que allá los continuara. Pero él rehusó esta propuesta porque su madre “estaba enferma y se agravaba de unos terribles ataques”.[xx]

 

Continuará…

 

 

 

[i] Se ignora la fecha de la llegada de los antepasados de Ramón Ibarra y el  lugar preciso de su procedencia.

[ii] AFOC (Archivo Fundadores Obras de la Cruz. Roma); Fondo Ramón Ibarra, Leg. A. Árbol genealógico fam. Ibarra.

[iii] AFOC, Fondo Ramón Ibarra, Leg B. Ministerio Episcopal Chilapa,  p. 48.

[iv] Se ignora la fecha.

[v] O. Márquez, Monseñor Ibarra, México 1962, p. 12.

[vi] AFOC, Fondo Ramón Ibarra, Leg. B. Ministerio Episcopal Chilapa, p. 53.

[vii] Archivo Parroquial de Olinalá, Libro N° 5. Actas de bautizos de hijos legítimos, 24 de octubre de 1853.

[viii] Estancia. Hacienda de campo destinada al cultivo y más especialmente la ganadería.

[ix] AFOC, Fondo Ramón Ibarra. Leg. B. Ministerio Episcopal  de Chilapa, p. 51.

[x] Sacra Congregatio Pro causis Sactorum, 1 Informatio, p. 6.

[xi] Ramón fue hijo único de su madre y noveno y último de su padre.

[xii] O. Márquez, Monseñor Ibarra,  p. 14.

[xiii] Guerra de Reforma (1858-1861), llamada también guerra de los Tres Años, fue la culminación de la lucha entre conservadores y liberales, originada directamente por las radicales reformas en materias políticas y religiosas dictadas durante los gobiernos de Juan N. Almonte (4 de oct. a 11 de dic. de 1855) y de Ignacio Comonfort (11 de dic. 1855 a 30 nov.1857). Cf. Diccionario Porrúa, Vol. 2, p. 1332-1333.

[xiv] O. Márquez, Monseñor Ibarra, México 1962, p. 15.

[xv] Ibíd. p. 15.

[xvi] E. Gómez Haro, Ramón Ibarra y González,p. 13-15.

[xvii] Ibíd. p.  21.

[xviii] Acto Público: a los alumnos que alcanzaban calificación Suprema durante el curso se les concedía realizar el examen en público.

[xix] T. Sánchez Santos, Obras Selectas, p. 399.

[xx] AFOC, Fondo Ramón Ibarra. Leg. F. Escritos de la S. de D. Concepción Cabrera de Armida relativos al Sr. Ibarra, p. 8.

 

 

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